Cinco de los robos de aves más épicos de la historia

Cuando las aves se encuentran con un bandido, por lo general hay un final poco feliz. Estos son algunos de los más locos.

En su nuevo documental, Poached, el director Timothy Wheeler se sumerge en el extraño mundo de la recolección ilegal de huevos, explorando qué es lo que obliga a alguien a arriesgarse al encarcelamiento para robar huevos de aves. (Leer una entrevista con él aquí). Con motivo del estreno de la película —disponible en iTunes y que se proyectará en algunas ciudades de los EE. UU.— hemos preparado una lista de los robos de aves de más alto perfil de todo el mundo.

Intrusos en el nido

Algunas personas codician joyas. Algunos codician automóviles. Pero Matthew Gonshaw quiere una sola cosa: huevos. En la década de 1990 y a principios de 2000, este londinense mantenía un diario privado de los cronogramas de reproducción de aves y utilizaba material de escalar y camuflaje para elegir únicamente los nidos de especies europeas raras, como avocetas comunes y águilas pescadoras. En 2002 se convirtió en la tercera persona en ser encarcelada en el Reino Unido por el robo de huevos y fue detenido por el mismo delito dos veces en 2005. En el verano de 2011, Scotland Yard y un investigador de la Real Sociedad para la Protección de las Aves, allanaron la casa de Gonshaw y descubrieron su último nido ilícito: cerca de 700 huevos rotos, organizados por tipo de especie y guardados en armarios hechos a mano. Gonshaw, quien aparece en Poached, fue encarcelado durante seis meses y recibió una orden civil de “comportamiento antisocial”, que le prohíbe para siempre la entrada a Escocia durante la temporada de reproducción de aves. — Becca Cudmore

Carrera de la muerte

En el mundo de las carreras competitivas de palomas, algunos entrenadores harían cualquier cosa por obtener una ventaja, tal vez incluso robarle a un rival su atleta aviar más preciada. En diciembre de 2014, un ave de seis años de edad, una Paloma Mensajera con pedigrí, desapareció del aviario cerrado del campeón Hans-Paul Esser fuera de su casa en Düsseldorf, pocas semanas antes de que Esser tuviera que representar a Alemania en el campeonato mundial de carreras de palomas de 2015. Esser ofreció una recompensa de $12,000 por el seguro retorno de la preciada paloma, una fracción del premio de $184,000 que este increíble espécimen de seguro ganará. Solo las aves con un gran nivel de formación y una genética ejemplar pueden soportar la carrera del campeonato, en el que una sola serie puede durar 250 millas. O tal vez el ladrón no era un rival, sino más bien alguien que buscaba darle a la pobre paloma una jubilación anticipada. De acuerdo con una reciente investigación de PETA, más del 60 por ciento de los participantes en este tipo de concursos extremos mueren a causa de las inclemencias climáticas o el agotamiento, o se pierden antes de llegar a la línea de meta. Sin embargo, como demuestra este caso, también pueden perderse —y nunca ser encontradas— justo en casa. —Raillan Brooks

Atraco en Hollywood

¿Dónde está Sam Spade cuando se lo necesita? En 2007, una réplica de la estatua del ave de rapiña que se hizo famosa en la película de 1941 de Humphrey Bogart El Halcón Maltés fue robada de una vitrina en la casa de John Grill en San Francisco. El propietario del restaurante —que había sido el escenario de una escena en la novela de Dashiell Hammett que inspiró la película— había recibido una estatua de yeso como regalo de uno de los actores de la película, y cuando la estatua se perdió, ofreció una recompensa de $25,000 por su retorno seguro. Por desgracia, el pájaro nunca fue visto de nuevo, por lo que el propietario abatido hizo una réplica de la réplica, y puso un candado en la vitrina. — Purbita Saha

Detención ciudadana

Rufus el busardo mixto, quien tiene la importante función de disuadir a las palomas de posarse en las canchas de césped de Wimbledon, es uno de los favoritos en el mundo del tenis, e incluso tiene su propia cuenta de Twitter. Pero un día durante el torneo de 2012, el ave de rapiña de un pie de largo no se presentó a trabajar; resultó que había sido robado del automóvil de su dueño Imogen Davis. Tan pronto como se conoció la noticia del secuestro, los aficionados inundaron las redes sociales con solicitudes y apoyo: “@RufusTheHawk, espero que el malvado que lo hizo te devuelva sano y salvo #FindRufus”, escribió uno. La vergüenza pública pudo haber motivado al ladrón a devolver al amado halcón; Rufus apareció, ileso, tres días más tarde en la sede de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales. Davis inmediatamente tuiteó la buena noticia a los 8,000 seguidores del ave, por supuesto. — B.C.

Incursión en el corral

Hace más de un siglo, un bromista aviar convirtió al Madison Square Garden en un jardín del mal. En la Exposición de Mascotas y Aves de Corral de 1906, unos bandidos se llevaron siete pollos galardonados, valuados en $700 (más de $16,000 en la actualidad). Entre las aves robadas se encontraba una Gallina Sebright Plateada y una joven Gallina Calzada, llamada así por el extravagante plumaje de sus pies. El crimen pudo haber sido uno de oportunidad más que un secuestro cuidadosamente orquestado: los corrales de las aves se habían dejado abiertos para que los jueces pudieran dar un vistazo más de cerca a las sorprendentes razas. — P.S.