Para Proteger a las Aguilillas Alas Anchas, Primero Debemos Saber Hacia Dónde Migran

Las investigadoras Laurie Goodrich y Rebecca McCabe desmitifican los largos viajes de estas aves de rapiña migratorias para informar mejor los esfuerzos de conservación.
A large brown hawk with a large pointed beak and a tracking device affixed to its back is held by two people.
Broad-winged Hawk equipped with a tracking device. Foto: Chad Witko

En la tranquila esquina suroeste de New Hampshire se encuentra la Región de Monadnock, cuyo homónimo, el Monte Monadnock, domina el paisaje a una altura impresionante de 3,165 pies. Para las personas que habitan en esta área, el Aguililla Alas Anchas puede ser la mascota aviar no oficial de la Región de Monadnock. Cada otoño, miles de entusiastas de la naturaleza visitan esta región para presenciar las impresionantes bandadas de águilas migratorias desde las proximidades de la cima del pico más pequeño, Pack Monadnock, en el Observatorio de Aves de Rapiña Pack Monadnock.

 

A pesar de su celebridad local y su naturaleza ubicua, las Aguilillas Alas Anchas de la Región de Monadnock y Nueva Inglaterra siguen siendo un relativo misterio. Los investigadores saben muy poco sobre su ecología, especialmente sobre sus migraciones. Pero todo eso está a punto de cambiar gracias a un nuevo estudio de seguimiento dirigido por dos de las investigadoras dedicadas a las aves de rapiña de América del Norte, la Dra. Laurie Goodrich y la Dra. Rebecca McCabe, y a una asociación del lugar entre el Proyecto del Aguililla Alas Anchas del refugio para aves de rapiña Hawk Mountain Sanctuary en Pensilvania y el centro de educación ambiental Harris Center for Conservation Education de la Región de Monadnock.

 

Para Goodrich, el estímulo del Proyecto del Aguililla Alas Anchas es simple: Hay señales de advertencia de una disminución de la población. “El Aguililla Alas Anchas es el ave migratoria que se ve con mayor frecuencia en los avistajes de águilas en el este de América del Norte. Sin embargo, comenzamos a ver disminuciones significativas en un subconjunto de avistajes de águilas, especialmente en la parte oriental de su zona de distribución”. Goodrich agrega: “También ha mostrado una disminución de la zona de nidificación en Pensilvania”. Esta noticia es algo que la toca muy de cerca, ya que, como directora de ciencias de la conservación de Hawk Mountain, tiene una sobresaliente carrera en el estudio de aves de rapiña en Pensilvania y más allá.

 

El seguimiento de águilas individuales desde sus zonas de reproducción está en el centro de la investigación de conservación del Proyecto del Aguililla Alas Anchas. En palabras de Goodrich, “Pusimos en marcha nuestro estudio de seguimiento para tratar de comprender su ecología durante todo el año y qué amenazas para la conservación podrían enfrentar en sus períodos de nidificación, invernada y migración”. A continuación, explica: “De 2014 a 2019, realizamos un seguimiento de la nidificación de Aguilillas Alas Anchas en Pensilvania y comparamos su ecología migratoria con tres aves de Alberta marcadas por el Proyecto de Conectividad Migratoria”. Durante esos estudios de seguimiento anteriores, dos de las águilas que nidifican en Alberta invernaron en el noreste de América del Sur, un zona de invernada completamente diferente a la de los ejemplares de Pensilvania, lo que reveló a Goodrich y a otras personas una visión de la conectividad migratoria de estas aves, es decir, los vínculos geográficos y anuales entre ejemplares y poblaciones dentro de una especie.

 

Al llegar a la Región de Monadnock a fines de junio de 2021, durante la cúspide de la temporada de nidificación del Aguililla Alas Anchas de New Hampshire, Goodrich y McCabe se dispusieron a colocar transmisores a varios ejemplares de Aguililla Alas Anchas para seguir desentrañando los misterios de la migración de estas pequeñas aves de rapiña forestales. “Queríamos marcar aves en Nueva Inglaterra para saber si muestran diferentes zonas de invernada, dinámicas o épocas de migración”. Si lo hacen, según Goodrich: “Es crucial comprender que diferentes poblaciones pueden estar sujetas a diferentes presiones de conservación”.

 

Después de tres días de colocar trampas durante las condiciones calurosas y húmedas de fines de junio en el Super Sanctuary del Harris Center, Goodrich, McCabe y un grupo de voluntarios lograron su objetivo de colocar, con éxito, dispositivos de seguimiento a tres Aguilillas Alas Anchas, por primera vez en la historia del estudio de ejemplares de esta especie de esta región. Entre las aves a las que se colocaron transmisores había un macho y una hembra (a los que llamaron “Harris” y “Monadnock”), cada uno equipado con marcadores satelitales de Microwave Telemetry, Inc., y una sola hembra (“Thelma”) que recibió un transmisor celular GPS-GSM de Cellular Tracking Technologies.

 

A McCabe, estos transmisores celulares GPS-GSM de nuevo diseño le parecen muy emocionantes. “Estoy muy satisfecha con el diseño de la unidad y con la forma en que se asienta ligeramente en el dorso del ave”. Como ocurre con cualquier tecnología de seguimiento, hay condiciones en las que funcionan mejor, y muchos de los transmisores colocados siguen funcionando mucho mejor en hábitats abiertos que en las copas cerradas de los árboles de los bosques. En una frustrante rutina de “¿Puede oírme ahora?”, los árboles que conforman el hábitat preferido de las Aguilillas Alas Anchas a veces pueden bloquear la capacidad del registrador de datos para transmitirlos al mismo tiempo que dan sombra a los paneles solares de los transmisores. Para resolver este desafío, estos marcadores tienen algunas características únicas. “Estas unidades están diseñadas para reducir la cobertura de plumas y tienen una antena GSM interna que permite que los datos de localización que se recopilan se transmitan a las torres de telefonía celular a lo largo de la ruta migratoria del ave”, dice McCabe. “Si el ave viaja fuera del alcance de las torres de telefonía celular durante un tiempo, los datos se almacenan y, una vez que regresa al alcance, se transmiten los datos almacenados”.

In a forest Rebecca McCabe holds a hawk, a large streaky brown and white bird with a striped tail, while Laurie Goodrich affixes a band on its leg and three people watch.
Rebecca McCabe (left) and Laurie Goodrich band a Broad-winged Hawk. Foto: Chad Witko

Una característica interesante del nuevo dispositivo es el gran nivel de precisión del GPS para trazar exactamente en qué parte de la Tierra se encuentra un ave rastreada en el tiempo y el espacio. En el caso de estos marcadores, el nivel de error es de solo tres metros. Esta resolución espacial es una gran mejora con respecto a otros marcadores satelitales, cuya precisión suele oscilar entre 500 y 1,500 metros.

 

Para Goodrich y McCabe, la colocación de marcadores es solo el comienzo de la investigación real, y un estudio de seguimiento va mucho más allá de los momentos iniciales que se pasan en lo profundo de los bosques maduros, donde las Aguilillas Alas Anchas adultas que tienen crías, perforan el aire con silbidos de alarma desde los nidos cercanos. Como en cualquiera de estos estudios, hay un período en que se contiene la respiración a la espera de que lleguen los datos. Afortunadamente, los investigadores deben esperar cada vez menos para que eso ocurra.

 

Monadnock, la hembra anillada por Goodrich y McCabe, voló hacia el noroeste desde New Hampshire hasta Vermont en una serie de vuelos fuera de su territorio de reproducción, llegando justo al sur de la frontera entre Estados Unidos y Canadá a fines de agosto de 2021. Aunque estos vuelos aparentemente van en la dirección opuesta a lo que la mayoría de nosotros podría esperar durante el otoño, Goodrich señala que han visto movimientos previos a la migración hacia el norte y el oeste en aproximadamente el 30 por ciento de los ejemplares rastreados. Si bien eso no es nuevo, McCabe agrega que: “El vuelo inicial de Monadnock hacia el noroeste es único en cuanto a la distancia recorrida y es posiblemente el vuelo más largo que hemos registrado”.

 

Después de pasar una semana en Vermont, Monadnock comenzó a migrar hacia el sur el 8 de septiembre junto con Thelma, y Harris hizo lo mismo diez días después. Para el 25 de septiembre, Harris tomó la delantera volando a través de Georgia y Alabama, mientras que Monadnock y Thelma pasaban por Kentucky y Tennessee. Doce días y 1,460 millas más tarde, Harris y Thelma cruzaron el tristemente célebre sitio de observación “Río de Aves de Rapiña” en Veracruz, México, junto con otras 65,972 Aguilillas Alas Anchas ese día. Harris llegó a sus zonas de invernada cerca de Barracón, en Colombia, el 25 de octubre mientras Monadnock lo seguía. El 6 de noviembre, Monadnock se asentó cerca de Villaras, Colombia, aproximadamente a 118 millas al sureste del sitio de invernada de Harris. Debido a la configuración de las unidades GPS-GSM, la que tiene Thelma, la última ubicación de Thelma es del 14 de octubre en Honduras. Goodrich y McCabe esperan tener pronto noticias de Thelma y las otras aves marcadas con GPS-GSM.

 

Al final, los datos recopilados de transmisores como los colocados en New Hampshire ayudarán a investigadores como Goodrich y McCabe a comprender hacia dónde migran estas aves e informar las decisiones de gestión y conservación en todo el hemisferio occidental. Sin embargo, aún quedan brechas de datos en el seguimiento de las Aguilillas Alas Anchas y aún queda mucho por descubrir. McCabe señala: “Además de identificar otros corredores migratorios y zonas de invernada, nos interesa caracterizar los hábitats de escala y determinar si hay escalas clave o hábitats de escala a lo largo de las rutas migratorias del Aguililla Alas Anchas”. Agrega: “Dado que toda la población de Aguilillas Alas Anchas migra entre América del Norte y del Sur, las escalas son áreas críticas para descansar y recobrar energías. Si un Aguililla Alas Anchas hace escala en un sitio año tras año, es probable que muchas otras hagan lo mismo”.

 

Goodrich, que está impresionada por la cantidad de Aguilillas Alas Anchas que nidifican en el suroeste de New Hampshire, siente el deseo de realizar futuros estudios de seguimiento fuera del estado de Granite, y hacer un seguimiento de los nidos y las aves marcadas durante sus esfuerzos de investigación en 2021. También señala que, aunque los primeros estudios de seguimiento se centraron en las hembras adultas, que tienden a ser un poco más grandes y, por lo tanto, se adaptan mejor a los dispositivos de seguimiento, existe la esperanza de expandir el estudio a otros grupos demográficos de Aguilillas Alas Anchas. “Nos gustaría aprender más sobre la migración de los machos y los jóvenes más pequeños, ya que podrían tener un calendario y zonas de invierno diferentes y, por lo tanto, diferentes amenazas para la conservación”.

 

Hasta entonces, Goodrich comparte algunas notas sobre cómo podemos ayudar a estas extraordinarias aves de rapiña: “Estas asombrosas aves migratorias son muy fieles al sitio en las zonas de nidificación e invernada. Es importante que conservemos las áreas forestales en toda la zona de distribución, incluso a lo largo de las rutas migratorias para garantizar su paso seguro”. Su mensaje es un claro recordatorio de que la conservación de nuestras especies migratorias comienza en nuestras comunidades.

 

A McCabe le entusiasma que la red de Audubon pueda comprobar las migraciones de las Aguilillas Alas Anchas previamente rastreadas gracias al próximo Bird Migration Explorer de la Iniciativa de Aves Migratorias. “Me encanta que el Explorer vaya a dar una mirada en profundidad a los movimientos migratorios de las Aguilillas Alas Anchas. Al incorporar datos de seguimiento, eBird y conjuntos de datos de la zona de distribución, podemos comprender mejor las áreas importantes que utilizan las Aguilillas Alas Anchas y otras especies a lo largo de su ciclo anual”.

 

Para obtener más información (incluido el mapa de seguimiento más reciente) y cómo puede apoyar el proyecto, visite: www.hawkmountain.org/broadwing.