¿Por qué está en crisis el río Colorado y qué se está haciendo al respecto?

Preguntas apremiantes a un problema urgente formuladas y explicadas.
A large white pelican and several black cormorants stand on logs and plants sticking out of a body of water with mountains in the background.
American White Pelican and Double-crested Cormorants at Bill Williams Wildlife Refuge in Arizona. Foto: Gary Moore/Audubon Photography Awards

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P: ¿Por qué estamos en esta situación, con el río Colorado y sus embalses disminuyendo tan rápidamente?

R: La verdad es que lo vimos venir. Utilizamos más agua de la que proporciona el río. La única razón por la que nos salimos con la nuestra durante tanto tiempo fue porque los embalses estaban llenos cuando el cambio del clima a temperaturas más altas y la reducción de los caudales de los ríos comenzó hace 22 años. No redujimos la cantidad de agua que utilizamos hasta hace poco, y no ha sido suficiente ante la sequía exacerbada por el cambio climático.

P: ¿Qué pasa si seguimos con el statu quo?

R: Si seguimos haciendo lo que estamos haciendo y sacamos agua de los embalses, no porque sea prudente sino porque la ley lo permite, nuestro sistema, tal como lo conocemos, colapsaría. No se podría liberar agua de los lagos Powell o Mead. Un “Día Cero”. Esto es malo para TODOS los usuarios de agua en la cuenca del río Colorado.

También existe la terrible posibilidad de que no fluya agua a través del Gran Cañón, o a través del bajo río Colorado a lo largo de la frontera entre Arizona y California. Eso significa que no habría agua del río Colorado para decenas de millones de personas, incluidas numerosas tribus soberanas. No habrá agua del río Colorado para beber, bañarse o cultivar, y no habrá agua para hábitats esenciales, aves y otra vida silvestre. 

P: ¿Por qué es importante para las aves?

R: Un futuro sin el río Colorado en funcionamiento afectaría a 400 especies de aves, incluidos los cóndores de California, águilas cabeza blanca, papamoscas sauceros del sudoeste e innumerables especies de peces y otra vida silvestre que residen y migran a través de la cuenca del río Colorado. Solo el delta del río Colorado proporciona hábitat para 17 millones de aves durante la migración de primavera y 14 millones en el otoño, desde pelícanos blancos americanos y cormoranes orejudos hasta golondrinas bicolor y chipes oliváceos.

Y debido a que el Delta actúa como un "cuello de botella" para las aves migratorias, lo que significa que las concentraciones de poblaciones de aves son significativamente más altas dentro de sus límites geográficos que fuera de ellos, los cambios en la disponibilidad de agua o el hábitat en el Delta podrían tener un impacto enorme en decenas de millones de aves. Estos impactos podrían verse a escala mundial.

P: Los usuarios de agua deben reducir el uso en 2-4 millones de acres pies para 2023, y posiblemente para 2024 y 2025, según la Oficina de Recuperación de EE. UU. (USBR, por sus siglas en inglés). ¿Cómo acordarán los siete estados de la cuenca del río Colorado (Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming), las tribus, otros usuarios de agua y el gobierno federal las reducciones de agua necesarias para estabilizar el río y el sistema de embalse?

R: La respuesta corta es que no lo sabemos. 

Una fecha límite establecida por USBR llegó y se fue en agosto pasado. No está claro si los siete estados y los usuarios del agua llegarán a su propio acuerdo sobre cómo usar menos agua, si los funcionarios federales decidirán o, probablemente en el peor de los casos, si los tribunales serán los que tomen las decisiones finales. En el pasado, los estados, las tribus y otros usuarios del agua lograron llegar a acuerdos sobre cómo usar menos. Actualmente, los estados de la cuenca superior (Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming) han acordado reabrir un programa que paga a los usuarios de agua para que utilicen menos agua. También han acordado examinar cómo las descargas de agua almacenadas detrás de las presas en la cuenca superior pueden ayudar a detener el declive de los embalses aguas abajo, como el lago Powell. El problema ahora es que los niveles de agua están cayendo rápidamente en nuestros dos embalses más grandes, el lago Powell y el lago Mead, y los administradores del agua en su conjunto no han podido llegar a acuerdos lo suficientemente rápido.

Todos los usuarios de agua podrían estar de acuerdo en usar menos. Eso significa que las ciudades, las granjas y las empresas podrían acordar reducir la cantidad de agua que utilizan para que la difícil tarea de estabilizar el sistema se distribuya de manera más uniforme.

P: ¿Por qué no usamos todos menos agua ahora?

R: En la actualidad, los estados de la cuenca superior utilizan mucha menos agua que los estados de la cuenca inferior. Los estados de la cuenca superior acordaron reabrir un programa que paga a los usuarios de agua para que usen menos agua y han acordado liberar el agua almacenada detrás de las presas en la cuenca superior todo para ayudar a detener el declive del lago Powell. Sin embargo, los estados de la cuenca superior no deben, y no pueden, cargar solos con la crisis.

Parte de la razón por la que más usuarios de agua no están recortando es por la forma actual en que se gestiona el agua. La gestión del agua en la cuenca del río Colorado se basa en un sistema de antigüedad de los derechos de agua. Esto significa que a los titulares de derechos menores se les reduciría el agua por completo antes de que los titulares de derechos de agua mayores vieran reducida su agua. Aunque el sistema ha funcionado así durante más de 100 años, se está agotando frente a más de 20 años de sequía y un río que se está reduciendo. 

En la década de 1960, Arizona aceptó derechos de prioridad menor sobre una parte de su agua del río Colorado a cambio de fondos federales para el Proyecto de Arizona Central (o CAP, por sus siglas en inglés, el canal de 336 millas de largo que suministra agua del río Colorado a las zonas centrales y pobladas del estado). Como tal, Arizona ha dado un paso adelante y ha realizado cortes de agua, antes de lo previsto originalmente. Eso es algo bueno. Pero si Arizona se ve obligada a soportar toda la carga de la escasez en la cuenca baja del río Colorado, los impactos para millones de personas, incluidas las comunidades vulnerables, serán considerables.

Ante un clima cambiante - reducción de la capa de nieve en las montañas debido a temperaturas más altas y suelos más secos y sedientos, lo que resulta en menos agua en los ríos, los esfuerzos anteriores para reducir el uso y ahorrar agua en el lago Mead, como el Plan de Contingencia de Sequía y el Plan 500+, no han sido suficientes para evitar el colapso del sistema del río Colorado.

P: ¿Cuáles son las ideas específicas para usar menos agua y mejorar las perspectivas de esta grave situación?

R: Podríamos pagarle a la gente para que use menos agua y mejorar la salud de los ecosistemas y las cuencas hidrográficas de las que todos dependemos. La legislación federal reciente, como la Ley de Reducción de la Inflación, asigna $4 mil millones en todo el oeste para hacer precisamente eso. Queremos ver un uso inteligente de esta financiación, a través de acuerdos multianuales y proyectos duraderos que reduzcan el uso del agua y mejoren la salud de nuestros ríos y cuencas hidrográficas.

¿Cómo llegaremos allí?

  • Actualizar los métodos y equipos de riego en la granja para cultivar con menos agua.

  • Proporcionar incentivos para que los agricultores pasen de cultivos sedientos de agua como el algodón y la alfalfa a cultivos tolerantes a la sequía como el guayule y el sorgo.

  • Restaurar prados y arroyos degradados para permitir una mayor retención de agua en las montañas.

  • Gestión forestal para prevenir incendios forestales catastróficos. Las cuencas hidrográficas quemadas degradan la calidad del agua y erosionan los suelos, lo que afecta la capacidad de la cuenca para funcionar correctamente.

  • Aumentar la reutilización del agua. Las aguas residuales se pueden capturar, purificar y reutilizar para el riego al aire libre, la recarga de aguas subterráneas, la restauración de ríos o incluso el agua potable.

  • Impulsar los esfuerzos de conservación del agua de las ciudades y empresas, mediante la eliminación de pasto innecesario; mejora de la fontanería; ahorro de agua en paisajismo al aire libre; y mejoras en la eficiencia del agua de refrigeración industrial.

  • Desplegar fondos para mitigar los impactos de un menor flujo de agua hacia las comunidades afectadas y para mejorar el hábitat. El financiamiento debe priorizar proyectos de beneficios múltiples y avanzar más allá de los acuerdos de agua de un año.

También hay mucho trabajo por hacer dentro del estado de Arizona para mejorar nuestra perspectiva del agua. Debemos hacer todo lo posible para usar el agua que tenemos lo más sabiamente posible.

Audubon y nuestros socios en la Coalición Agua para Arizona desarrollaron el Plan de Seguridad del Agua de Arizona, que describe seis pasos críticos que el estado de Arizona podría tomar para poner en orden nuestra propia casa de agua.

P: ¿A qué debemos prestar atención en Arizona?

R: Dadas las circunstancias, con menos agua del río Colorado llegando a Arizona, es posible que algunos quieran depender más de las aguas subterráneas y debilitar las leyes existentes que las protegen en las zonas pobladas del estado. Debilitar las protecciones existentes de las aguas subterráneas solo para que Arizona pueda seguir creciendo sin cambiar la forma en que usamos y administramos el agua sería irresponsable y miope.

Además, Arizona no ha logrado aprobar protecciones significativas de las aguas subterráneas en las zonas rurales del estado donde actualmente no existe ninguna. No podemos permitir que el agua subterránea rural de Arizona corra la misma suerte que el río Colorado, especialmente cuando los líderes rurales abogan por un cambio. Para el beneficio de todas las personas en el estado, los legisladores deben permitir que las comunidades rurales protejan sus suministros de agua subterránea. Y cuanto mejor administremos todos nuestros recursos hídricos, más creíble será Arizona como socio con otros estados en las negociaciones en curso sobre el río Colorado.

Este artículo fue traducido al español por María "Fernanda" Torres Maqueda.